Cada vez son más las hectáreas que se producen bajo invernadero en el país, lo que favorece la producción intensiva de frutas y hortalizas. La oferta de este tipo de productos aumenta, mientras la demanda permanece constante, lo que conlleva a una disminución de precios y a la necesidad de diferenciarse frente al resto de productos para poder conseguir mejores precios.
El tomate orgánico en México alcanza un precio 5.84 veces mayor que el tomate convencional. Optar por la agricultura orgánica es la opción económicamente más viable en la actualidad, pese a que los insumos en este régimen de producción son más difíciles de conseguir, además de a mayor precio. Al mismo tiempo, la producción en orgánico normalmente es inferior a la obtenida en convencional.
Mercado Mundial y Mexicano de Alimentos Orgánicos
El mercado mundial de productos orgánicos mueve aproximadamente 87 billones de dólares, de los cuales 45 billones (algo más de la mitad) corresponden a Norteamérica (Datos de 2015). A continuación, en las Tablas 1 y 2 se pueden observar las ventas tanto por continentes como por países.
El mayor mercado de alimentos orgánicos es el de EEUU, seguido por la UE y China (The World Organic Agriculture, 2017).
Se estima que las ventas de productos ecológicos continúen la tendencia a la alza que han mostrado desde el año 1999, tal y como muestra su evolución.
En México, así como en numerosos países, el consumo de productos orgánicos es mínimo. Para favorecer dicho consumo, así como el mercado de este tipo de productos en sí, debe eliminarse una las barreras que frenan el avance de este mercado y tener en cuenta una serie de consideraciones relacionadas con el marketing de este tipo de productos y el sector. Las recomendaciones son las siguientes:
Resolver la escasa gama de productos ECO: Para ello es necesario poner solución a la fragmentación del mercado, ofreciendo una vía de comercialización a todos los productores interesados. De este modo, se conseguirá aumentar el número de referencias orgánicas disponibles para el consumidor. Sin embargo, a la hora de diseñar la cartera de productos ECO, hay que hacerlo favoreciendo la rápida rotación de los mismos, en tanto que al ser productos frescos altamente perecederos, debe evitarse la generación de stocks.
Diferencia entre los precios convencionales y ecológicos: La diferencia entre los precios percibidos por estos productos a los agricultores, puede ascender incluso hasta al 100%. Esto se debe a la dificultad que este régimen de producción implica además de las diversas limitaciones en cuanto a manejo de productos; tanto fitosanitarios como fertilizantes, que presenta. Este aspecto se traduce en la generación de un sobreprecio sobre el importe del producto, lo cual también dificulta su compra por parte del consumidor final, ya que estos alimentos llegan a los lineales aproximadamente un 30% más caros que los no certificados.
Disminuir las dificultades relacionadas con el suministro: Se deben buscar proveedores cercanos al mercado de destino, al mismo tiempo que comprometidos con el suministro del producto convenido de manera continua, asegurando siempre el cumplimiento de las normas de calidad establecidas. Una vez asegurado el suministro, se debe fomentar la creación de cadenas de comercialización especializadas en el sector del orgánico. Para ello, puede ser necesaria la creación de un centro logístico para la recepción de mercancía y envío hacia el destino en cuestión.
Difusión de las bondades de los productos ECO: Para fomentar el consumo de los productos orgánicos, es necesario que los consumidores conozcan cuáles son los beneficios, directos (salud humana) e indirectos (sostenibilidad ambiental), derivados del consumo de este tipo de productos. Para ello, es necesario recurrir a campañas de divulgación, publicidad y concienciación de la población.