¿JEFA DE FAMILIA Y EMPRESARIA? COMBATE SÍNDROME DE LA MALA MADRE

by Bilateral Magazine

¿Eres madre y mujer con éxito laboral? ¿Te has sentido conflictuada por ello? Probablemente padeces el síndrome de la mala madre.

Las mujeres de la actualidad están alcanzando roles que anteriormente no eran posibles bajo el yugo de la sociedad patriarcal. Este nuevo estatus, si podemos llamarle de tal modo, está relacionado con la ruptura de la feminidad canónica en el que la mujer es percibida como madre por su condición biológica. En otras palabras, las mujeres por generaciones se apegaron a una serie de juicios que atentaron contra sus deseos de tal manera, que solo era posible cumplir con el rol femenino mediante aspiraciones impuestas que les exigían mantenerse como esposas, madres y amas de casa. 

Un necesario progreso social ha determinado que la vida de las mujeres no puede seguirse forjando en torno a la maternidad. Es evidente; ahora las mujeres son mucho más que madres. Son capaces de mantener una vida profesional, social y familiar. Si bien, estos derechos han realizado de múltiples maneras a las mujeres del siglo XXI; una serie de nuevas exigencias también las alcanzan sin piedad. Las expectativas son demasiado altas, por lo que aparece la sensación de descuido en los ámbitos que determinan su vida. Ahora bien, debemos resaltar un sentimiento particular: el descuido maternal. Este se asocia a un síndrome relativamente reciente: el síndrome de la mala madre. Seguramente si eres una mujer con ambiciones laborales te has sentido así. 

En ocasiones, este sentimiento orilla a las madres a actuar de formas que no son del todo benéficas para los niños como el cumplimento de caprichos, o compensación con objetos materiales.

Hazle frente al síndrome de la mala madre

  • Distribuye tu tiempo: el hecho de que no estés en casa 24/7 no significa que seas una mala madre y buscar tiempo para ti tampoco. Es importante cuidar tu entrega para cada cosa. 
  • Fomenta la comunicación: tus hijos reciben múltiples influencias. No todo lo que ven y reproducen viene de tus acciones. Fomenta el cariño, el respeto y la confianza. 
  • Establece límites: legitima el hecho de que tienes otras cosas que hacer. Esto ayudará a que los niños no se perciban como el centro del universo. 
Y recuerda… 

“No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser una buena madre.”

– Jill Churchill

Alejandrina Rodríguez González 

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