Tener ansiedad a la hora de hablar en público es completamente normal. Seguramente, si llegaste a este artículo más de alguna vez te paraste frente a una multitud y perdiste el control. Aunque en todas las personas se manifiesta de manera distinta existen síntomas comunes que van desde el nerviosismo, falta de aire, temblores, mareos, náuseas y palpitaciones. Todos ellos de manera junta o separada, representan un trastorno de ansiedad mejor conocido como glosofobia o el miedo a hablar en público.
Sabemos que el miedo a hablar en público puede traerte consecuencias negativas; la perdida de muchas oportunidades tanto laborales como personales, pero queremos decirte que no estás solo. ¡Queremos ayudarte! Estos son nuestros 6 tips para hablar en público:
1. Prepara tu voz
Preparar tu voz requiere una serie de acciones que puedes hacer desde la cotidianidad. Las acciones más simples para el cuidado de tu garganta van desde moderar la ingesta de café alcohol y refrescos hasta la buena hidratación. Si tienes la garganta seca mientras entrenas, puedes beber una pequeña cantidad de agua, mantenla en tu boca por un segundo y luego ingerirla. Además, el descanso y el sueño suficientes son vitales para mantener tu voz sana. Si el cuerpo está cansado, no podrá soportar la voz de manera efectiva.
2. Habla de un tema que conoces
Si el tema nos es extraño, aunque investiguemos durante horas nunca será suficiente como para crear esa sensación que se genera cuando hablamos de algo que conocemos y con lo que estamos acostumbrados a tratar.
3. Define tu objetivo
El primer paso para preparar un discurso es definir tu objetivo, y una de las preguntas fundamentales para hacerlo es preguntarte qué reacción esperas del público, y con qué información quieres que se vaya.
Tener un objetivo te conducirá a elaborar un discurso más estructurado, y por ende más confiado.
4. Practica
Aunque no lo creas, los oradores no conforman su discurso de manera natural. La idea de sentirte preparado como orador contribuye mucho a la idea de sentirte bien contigo mismo.
Practicar, no solo significa practicar de manera oral sino con los elementos que te rodean. Interactúa con tus diapositivas y frente a varios grupos de personas: hazlo con gente de tu confianza, preséntala a tus compañeros de trabajo, amigos o familiares que representen a tu audiencia. Solicita comentarios honestos y críticos sobre lo bueno, lo malo y lo feo de tu presentación.
5. Interactúa con tu audiencia, lleva la presentación al ritmo de la conversación
Dicen que un buen orador solo requiere de los primeros 30 segundos de la presentación para atraer la atención de sus espectadores. Te estas preguntando cómo puedes lograrlo; pues bien, lo primero que debes hacer es llevar la charla al ritmo de una conversación normal. Usa lenguaje corporal, natural y amable. Otra cuestión muy importante es no permanecer pegado al podio. Caminar entre la audiencia desvanece las jerarquías y, por lo tanto, le da fluidez conversacional a tu tema.
Por nada del mundo memorices tu contenido. Debes comprender los conceptos que estás comunicando y conocer tu presentación. El gran error que algunos oradores cometen es tratar de recitar su discurso palabra por palabra.
6. Haz tu discurso personal
¿Crees que a tu audiencia no le importan las historias personales? Estás equivocado. La idea de conectar con tu público es recordarles a las personas que te rodean que no solo eres profesional sino humano.
Es más probable que tu audiencia recuerde y comparta las historias que relatas, que los datos duros.
Si sigues estos consejos para hablar en público de manera efectiva comenzarás a notar los beneficios y convertirás el miedo en una experiencia agradable. Recuerda que orar es un arte, así que date tiempo y ten paciencia en tus habilidades. No sabrás lo que puedes aportarle a tu público hasta que lo intentes.
¡Esperamos haberte ayudado! Escríbenos si tienes alguna duda.